Cada vez es más posible criar una niña empoderada, ya que los prejuicios sobre la supuesta inferioridad del género femenino están siendo reemplazados por técnicas para fortalecer el potencial de las niñas y aumentar su autoestima y confianza propias.
Empoderar a las peques les permitirá expresarse fácilmente, conociendo sus derechos y responsabilidades desde pequeñas.
Deben crecer y participar en una familia donde sus opiniones sean escuchadas y valoradas, fortaleciendo así su autoconfianza y autoestima.
Las niñas necesitan recibir educación y apoyo para ser quienes quieren ser sin limitaciones y poder tomar sus propias decisiones.
Todos l@s peques, independientemente de su sexo, deben tener las mismas oportunidades de trato, educación y salud.
Los 5 años es la edad que se considera recomendable para comenzar con conductas de empoderamiento.
CONSEJOS PARA CRIAR A UNA NIÑA EMPODERADA
- Es importante no discriminar las responsabilidades según el género de l@s peques, para que crezcan conscientes y capaces de realizar múltiples tareas diarias. No hay géneros condicionados ni acciones que desacrediten la reputación de uno u otro.
- Las niñas siempre deben ser escuchadas. Nunca se les debe hacer sentir que su opinión es inferior a la de otros miembros de la familia. Cuando una niña decide hablar, necesita toda la aprobación que pueda obtener.
- Una peque no tiene por qué practicar un deporte de niñas (gimnasia rítmica, ballet, etc.) si no quiere. Se trata de una actividad deportiva. Una niña puede practicar cualquier deporte igual que un niño. Esto aumentará su seguridad.
- Es importante que las niñas enfrenten el fracaso en algún momento. Necesitan aprender a ganar y perder porque eso le permitirá aprender del fracaso y verlo como una experiencia de vida más.
- La creatividad, la diversión y la imaginación hacen que las niñas sobresalgan en la escuela y en cualquier actividad extraescolar.
- La educación es un indicador clave del empoderamiento de las niñas: cuanto mayor sea el nivel de educación, mayor será el éxito económico, social, personal y profesional de una mujer, por lo que se debe hacer todo lo posible para brindarle educación formal y participación en actividades que le permitan participar en la cultura, la ciencia, la salud, el arte o en todo aquello que ellas quieran y en lo que tengan interés.
